Aprende cómo se hace el tequila

Última actualización: 23.04.24

 

El tequila es una bebida cuya fabricación abarca desde la siembra de la planta de agave azul hasta un extenso proceso industrializado y de maduración, tras el que, finalmente, se obtiene un producto de calidad y riguroso control sanitario, que puede ser puesto a la venta para el disfrute de todos.

 

Las bebidas alcohólicas son sustancias de fabricación laboriosa, que involucran una serie de pasos de siembra y otros industrializados. Este es el caso del tequila, un licor que, aunque es consumido en casi todo el mundo, posee un método de elaboración que podria ser desconocido para muchas personas.

 

El agave: corazón del tequila

El proceso de producción del tequila comienza con el cultivo de una especie de agave de variedad azul. Su crecimiento se da bajo condiciones áridas, en terrenos con una alta concentración de hierro, arcilloso y con una altitud máxima correspondiente a 2000 metros sobre el nivel del mar. Asimismo, estas plantas necesitan de un ambiente con temperatura promedio de 22 ºC para su correcto desarrollo. Por ello, actualmente es común ver sembradíos en áreas semisecas de países como México, Colombia y Estados Unidos.

Si bien dichas especies poseen notorias discrepancias en lo que respecta a los años de crecimiento y beneficios ofrecidos al ser utilizadas, también es cierto que poseen unas cuantas similitudes estéticas. 

Por ejemplo, sus hojas suelen ser de cuerpo largo, robusto, y fibroso, pero el tallo es delgado y corto, lo que a simple vista nos daría la impresión de que la hoja nace directamente del suelo, pero esto es completamente errado. Además, estas plantas tienen un crecimiento pausado, que puede tardar entre 6 y hasta 12 años, dando como resultado una única floración.

Otro de los datos interesantes del agave es que, para reproducirse, puede tardar un máximo de cinco años, ya que debes esperar a que su altura alcance los 50 centímetros, mientras que el corazón o piña de la planta, tendrá que medir 15 centímetros. De esta manera, pueden ser trasplantados a la tierra exitosamente.

Proceso de fabricación del tequila

Ahora que conocemos un poco más sobre la planta que le da origen a la bebida, nos centraremos en su transformación hasta convertirse en el destilado que se puede ingerir. 

Para disfrutar de esta bebida es necesario que el agave, después de ser cultivado bajo condiciones especiales, pase por un largo proceso de fabricación, que implica su selección, desgarre, extracción, destilación, fermentación, cocimiento, filtración, maduración y finalmente, embotellado. A continuación, te explicamos detalladamente cada uno de estos pasos.

 

Selección

Después del largo proceso de cultivo que puede tomar hasta 12 años se eligen las plantas que han logrado madurar hasta el punto óptimo. Con el propósito de conocer los niveles de azúcares contenidos en el agave a emplear, las piñas son sometidas a un proceso de prueba en el que se mide dicha concentración, ya que es una característica determinante para obtener un tequila de calidad. Después, son seleccionadas y separadas por lotes.

 

Desgarre

El desgarre es un proceso de tipo mecanizado, en el que se rompe finamente la piña del agave para llevar a cabo la extracción de los azúcares. Dicho paso puede llegar a repetirse hasta tres veces, con el propósito de aprovechar al máximo el concentrado de dicha materia prima.

 

Extracción

Tras la finalización del desgarre de la piña de agave, estas fibras son sometidas a un nuevo proceso de extracción por medio de un difusor. De esta manera, se obtiene una solución compuesta de agua y azúcar, con la que se continúa el proceso de fabricación del tequila, mientras que la fibra restante o bagazo es aprovechada como abono para las plantas y otros procesos industrializados que pueden hacer uso de sus características.

 

Cocimiento

El cocimiento de la sustancia extraída del agave es necesario para que la inulina contenida en ella pueda experimentar un proceso de transformación en glucosa y fructosa, que son azúcares fermentables. Para ello, se necesita un tiempo de cocción de hasta seis horas en un procedimiento controlado a temperaturas muy específicas, con la intención de evitar que se altere el sabor.

 

Fermentación

Otro paso de gran importancia en este proceso de fabricación del tequila es la fermentación, que requiere de la incorporación de algunos nutrientes y un conocido catalizador como la levadura. Tras su mezcla, es necesario que el contenedor permanezca a una temperatura inicial de 32 ºC durante un período de 28 horas, llegando a adquirir una temperatura máxima de 37ºC.

Destilación

Finalizado el proceso de fermentación, la sustancia es incorporada a unas columnas metálicas, para que el agua sea destilada y los niveles de alcohol sean incrementados. De hecho, algunas industrias llevan a cabo este paso hasta dos veces, para obtener un grado de alcohol de entre 55 a 65%.

 

Filtrado

El filtrado es un paso fundamental para eliminar cualquier tipo de composición de origen graso alojado en el tequila, así como también para darle un aspecto brilloso a la bebida. Para ello, se emplean un filtro especial de carbono, que realiza un eficaz proceso en frío.

 

Maduración

Para obtener un producto considerado como el mejor tequila, la bebida deberá ser colocada en contenedores completamente sellados, fabricados en madera. De esta manera, deberán conservarse por un tiempo mínimo de un mes, pero puede extenderse a períodos de uno a tres años, según el tipo de tequila reposado, añejo o extra añejo que se desee obtener. Así, se observa que la fabricación de tequila es un proceso fascinante, que requiere de tiempo, paciencia, conocimiento y de la maquinaria adecuada.

En conclusión, podemos decir que esta bebida es el resultado de un laborioso proceso de fabricación muy peculiar, que toma muchos años desde que la semilla del agave fue sembrada, hasta la obtención del destilado que lleva el nombre de tequila y que podemos mezclar o elegir beber solo en diferentes momento.

 

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