La caducidad de la cerveza

Última actualización: 20.04.24

 

Muchos amantes de la cerveza se preguntan si tiene fecha de caducidad y lo que puede pasar si se consume una vez ha pasado. Como cualquier producto alimenticio, la cerveza caduca, por lo que es importante saber qué puede pasar y qué efectos puede producir si se consume.

 

Al tratarse de un producto fermentado y con alcohol, en realidad las cervezas no caducan. Aunque en los botellines, y otro tipo de productos comerciales, encontramos una fecha de consumo preferente, la mayoría de las cervezas, con el paso de los años, pueden ganar carácter y hasta sabores más complejos. 

Sin embargo, aunque se puede beber cerveza caducada, lo más normal es que no quieras hacerlo. En este punto, hay que tener una cosa en cuenta; en las etiquetas esta fecha viene marcada por una normativa europea, que obliga a los fabricantes a marcar la fecha de consumo preferente. Aunque muchos fabricantes se opusieron a esta normativa, al final no pudieron hacer nada.

Es tan cierto que la cerveza no caduca que, en 2006, se encontraron 250 botellas de Ratcliff Ale, una cerveza elaborada el año en el que se inauguró en Canal de Suez (1869). Los investigadores analizaron la cerveza en el laboratorio y se dieron cuenta de que estaba en perfectas condiciones, finalmente la probaron y el resultado fue que tenía un sabor excelente y estaba en perfectas condiciones.

En este sentido, también es importante señalar que la fecha de consumo preferente no es la fecha de caducidad. La creencia popular de que la cerveza caduca es mentira, siempre que esté en buenas condiciones, con la botella bien cerrada y protegida del calor y la luz del sol, la cerveza evoluciona y mejora.

¿Qué pasa cuando caduca la cerveza?

Nada. La cerveza contiene una gran cantidad de agentes y factores que protegen al líquido de los microorganismos perjudiciales. El alcohol, el dióxido de carbono, el bajo PH, el lúpulo, el dióxido de azufre y un compuesto de fenoles naturales que contiene la cáscara de la cebada tienen efectos antibacterianos, por lo que no es verdad lo que se dice sobre la caducidad de la cerveza.

Por otra parte, deberías preguntarte: ¿el alcohol caduca? La respuesta también es negativa. De hecho, el alcohol se utiliza como conservante.

Es tan falso el mito sobre su caducidad que algunas marcas elaboran cervezas vintage. Estas cervezas, antes de salir al mercado, reposan durante 5 años. De esta forma el líquido evoluciona y se torna más complejo, con notas de sabor y aroma más amplias. A pesar de ello, estas cervezas están obligadas a contar con un etiquetados de consumo preferente de alrededor de 10 años.

¿Entonces? El paso del tiempo tiene algunos efectos en la cerveza, como en el caso de las cervezas claras que, con el tiempo, se van tornando más turbias, debido a la fusión de proteínas y polifenoles, pero poco más.

Por otra parte, es importante señalar que las cervezas sí que se pueden echar a perder. En este sentido, las cervezas caseras cuando no se respetan las condiciones adecuadas de higiene durante su elaboración, pueden echarse a perder. En este caso, encontrarás que tienen un sabor desagradable, similar al del vinagre.

 

Conclusión

 

¿Cómo guardar la cerveza?

Ahora bien, aunque la cerveza no tiene una fecha de caducidad como tal, sino una de consumo preferente, es importante saber cómo guardarla para que su sabor no se deteriore y se eche a perder. 

A la hora de almacenarla, debes tener en cuenta algunos aspectos:

  • En primer lugar, a mayor graduación alcohólica, más tiempo puede permanecer la cerveza en óptimas condiciones. 
  • De la misma forma, cuánto más lúpulo contenga, más tiempo podrá aguantar sin perder propiedades. 
  • Al contrario que el vino, las cervezas deben guardarse en posición vertical. Esto se debe a que las botellas suelen taparse con una “chapa”, por lo que el metal puede oxidar el contenido.
  • Los rayos UV son perjudiciales para los líquidos como la cerveza o el vino. Las cervezas suelen envasarse en botellines de color oscuro, que protegen de la luz del sol. En cualquier caso, además hay que mantenerlas alejadas de cualquier fuente de luz.
  • El calor tampoco es bueno para la calidad de la cerveza. Si la temperatura es alta, la cerveza perderá sabor, quedando más plana y, al mismo tiempo, se oxidará. En caso de no disponer de un lugar fresco, lo ideal es tenerla en la nevera, aunque nunca hay que guardarla en el congelador.

¿Cuál es el periodo de caducidad o consumo preferente?

La gran mayoría de las cervezas embotelladas tienen una graduación baja o media, es decir entre 5 y 6 grados de alcohol. En este sentido, estas cervezas suelen etiquetarse para un consumo preferente de 4 meses. Como ya hemos explicado, si la tomas después de este tiempo, no es que esté mala, pero sí que es posible que su sabor se deteriore. Lo más normal es que, a partir de los 6 meses, su sabor cambie.

Las cervezas de alta graduación, de más de 9 grados de alcohol, se suelen etiquetar con un periodo de consumo preferente de 12 meses, durante los que se mantiene su calidad en perfectas condiciones. En algunas de estas cervezas, si pasa este tiempo, se produce una especie de “refermentación” que puede mejorar mucho los matices de aromas y sabores, por lo que muchos cerveceros recomiendan dejar reposar estas cervezas hasta 2 años.

En este sentido, estos son los tiempos para guardar las cervezas fuera del frigorífico, a temperatura ambiente. Si se mantiene la cerveza dentro de la nevera, a una temperatura constante y sin vibraciones, el tiempo de almacenamiento, y por tanto el de consumo, sin pérdida de sabor, puede llegar a duplicarse.

 

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