¿Con qué maridamos el vermut? Tapas que casan de maravilla

Última actualización: 23.04.24

 

El vermut, gracias a la amplia variedad de aromas y sabores que guarda en su interior, es una bebida que marida muy bien con una variedad de platos muy grande. Aunque lo más habitual es que la “hora del vermut” se disfrute con unas aceitunas y unas patatas fritas, también se puede combinar con algunos mariscos como los mejillones y los berberechos, pero no nos quedamos ahí, hay muchas más tapas que maridan con el vermut.

 

El vermut es una de las bebidas que más variedad de sabores y aromas puede tener. Esto se debe a que se puede elaborar con una mezcla de hierbas, que suele variar en función de la zona en la que se elabora. Además, el vermut puede ser blanco, negro o rosado, lo que también provoca que tenga un gusto más seco, más dulce o que sea más aromático y botánico.

El vermut se puede maridar con muchos alimentos y, lo mejor de todo, es que se puede combinar con comidas y platos ligeros, como tapas, lo que sirve para abrir el apetito de cara a nuestro plato principal. En España, el vermut se ha utilizado de esta forma desde hace mucho tiempo. 

En este sentido, el vermut blanco suele combinarse con todo tipo de platos de pescado y marisco, como unos berberechos al natural, unas almejas, unos mejillones en escabeche o unos calamares a la romana. Sin embargo, también va genial con una tabla de quesos, jamón ibérico y hasta con embutidos.

El vermut rojo, que tiene un sabor ligeramente más amargo e intenso, marida a las mil maravillas con tapas e ingredientes de sabor más fuerte. Por ejemplo, unas anchoas al natural, unos boquerones en vinagre, chipirones en su tinta, pulpo con salsa gallega, sardinas en escabeche o zamburiñas.

Además,E el vermut rojo, por su sabor botánico y ligeramente amargo, combina también con platos dulces, como los postres y muchas pastas. 

Pero lo mejor, siempre es combinarlo con tapas ligeras, como las que te presentamos a continuación.

 

Pintxos

El vermut es un compañero ideal para unos buenos pintxos. Estos trocitos de pan acompañados pueden elaborarse casi de cualquier cosa. Por ejemplo, si queremos acompañar vermuts blancos, podemos preparar unos pintxos con rollitos de salmón, crema de yogur o algún tipo de queso fresco. Mientras que un vermut rojo, se puede acompañar de un pintxo de tomate fresco con berberechos en escabeche o tomate fresco con jamón ibérico.

Marisco y pescado

¿Prefieres el vermut blanco? Al igual que el vino blanco, el mejor vermut combina a la perfección con cualquier tipo de marisco. Puedes combinarlo con una ración de almejas al natural, unos langostinos a la plancha o unas gambas. También combina muy bien con caracoles de mar o unas navajas al natural con un poquito de limón.

Si prefieres el pescado, deberás buscar platos con pescados naturales y, a ser posible, con sabores más neutros. Por ejemplo, unas sardinas en aceite o al natural o una ventresca de bonito en aceite. 

 

Frutos secos

El vermut también casa muy bien con todo tipo de frutos secos. Por ejemplo, el vermut blanco marida genial con unas buenas almendras, unas avellanas o unas nueces de Brasil. Mientras que el vermut rojo, pega más con frutos secos que tengan un sabor ligeramente más fuerte como los cacahuetes. 

Ambos vermuts casan muy bien con aceitunas, aunque eso sí, el vermut blanco marida mejor con preparaciones de aceitunas más ligeras como las manzanilla, las rellenas, las picadas o las de sosa. En cambio, el vermut rojo acompañará mejor a las aceitunas más sabrosas como las gazpachas o las avinagradas, que suelen portar un pepinillo dentro.

 

¿Cómo maridar el vermut según su preparación?

La forma de preparar el vermut también variará ligeramente su sabor, lo que hará que sea más adecuado para combinar con ciertas comidas. Así pues, el vermut tradicional, que se prepara en vaso ancho, con mucho hielo, un chorrito de limón y una rodaja de limón, es una bebida fresca y ligeramente ácida, por lo que es perfecto para acompañar unas patatas fritas y unos mejillones. Este es el vermut y el maridaje típicos del sur de Alicante y la zona de Murcia.

En Andalucía, el vermut se prepara de la misma forma, solo que se cambia la rodaja de limón por una de naranja. Esto hace que el vermut tenga un sabor más dulzón, perfecto para acompañar un plato de gambas a la plancha o unos boquerones fritos.

En algunos lugares de España, se añadía un tercio de vino blanco al vermut y mucho hielo, esto se hacía porque algunos vermuts estaban rebajados con agua. Al añadir vino blanco, se potencian los sabores y los aromas botánicos. Este tipo de vermut marida muy bien con aceitunas, mejillones al natural, al vapor o en escabeche, almejas y todo tipo de tapas de pescado o marisco, por ejemplo, un buen pulpo a la gallega.

En la zona de Cataluña y Valencia, el vermut se bebe tradicionalmente con un chorro de sifón, que no es más que agua carbonatada. Este vermut se sirve con muy poco hielo y, en la mayoría de los casos, sin nada de hielo. En algunas zonas se le añade una rodaja de limón o de naranja. El resultado es un vermut más ligero, con menos intensidad y un sabor ligeramente salino debido al sifón, que marida perfectamente con unas buenas almendras tostadas, unas avellanas, unos cacahuetes fritos con piel, jamón ibérico, pan con aceite de oliva y pimentón y, como no, con unas aceitunas rellenas.

Por último, el vermut blanco se puede combinar con vodka, al estilo de James Bond. Para este combinado, el vermut blanco debe estar muy frío, ya que se sirve sin hielo. Además, tiene un sabor muy potente y seco debido al vodka, por lo que se debe combinar con mariscos de sabor potente como los berberechos.

 

Bibliografía:

Cómo tomar el vermut

 

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