Sauvignon Blanc y su variedad

Última actualización: 25.04.24

 

Los vinos blancos elaborados con la uva Sauvignon Blanc son muy apreciados en todo el mundo, gracias a un perfil ligeramente más ácido y una cata de aromas herbales y frutales. Se trata, junto a la uva Chardonnay, de la variedad más utilizada en la elaboración de blancos. A continuación, analizaremos cómo son los perfiles de cata de esta uva y de sus variedades.

 

La uva Chardonnay es la más utilizada en el mundo para la elaboración de vinos espumosos, ya que es la única que permite el modelo Appellation d’Origine Contrôlée de Champagne. Sin embargo, para la elaboración de vinos blancos de acidez ligera, así como para los vinos blancos dulces y de postre, la variedad más habitual es la Sauvignon Blanc. 

La Sauvignon Blanc, “Blanca Salvaje” en francés, es un tipo de uva blanca francesa originaria de la zona de Burdeos y del Valle del Loira. Su fama en todo el mundo se debe a que produce vinos blancos ácidos, secos y con una amplia variedad de notas de sabor que van desde los cítricos a los toques herbales. Al mismo tiempo, tiene un perfil de aromas muy extenso, con notas marcadas y fáciles de diferenciar.

 

Cómo es la uva Sauvignon Blanc

Sauvigon Blanc es una variedad de uvas blancas originaria del sur de Francia, pero que gracias a su fácil adaptación a diferentes tipos de terreno, se ha extendido por todo el mundo. Hoy en día, es posible encontrar viñedos de esta variedad en Nueva Zelanda, California y Chile, donde es una de las más apreciadas.

Se trata de una de las variedades de uva blanca con maduración temprana, por lo que se puede cultivar también en climas fríos. Por otra parte, la elevada acidez de la fruta le permite conservar su frescura más tiempo y hace que los vinos producidos varíen mucho en sabor según donde se cultiven. En este sentido, los vinos producidos en zonas frías tienden a tener una cata de sabores “verdes”, con toques herbales, de pimiento, con notas finales entre frutales y florales. Sin embargo, los que se producen en climas cálidos al madurar tan rápido suelen perder parte de sus notas de olor, dejando una cata de sabores a fruta tropical y ligeras notas de frutos carnosos como el melocotón o el pomelo.

Por otra parte, de los tipos de uvas blancas que existen, la Sauvignon Blanc crea racimos pequeños y compactos, con bayas redondas, hollejo grueso y pulpa sin color. Además, estas variedades de vid suelen tener un gran vigor, ofreciendo producciones de uva muy altas, con un desborde tardío.

Perfiles de variedad

La uva Sauvignon Blanc ofrece tres perfiles de sabor claramente marcados, que se pueden reconocer fácilmente al degustar los vinos. El primero de los tipos de uva blanca Sauvignon Blanc ofrece un sabor frutal, con un perfil cítrico de notas marcadas de pomelo, limón y melón. Estos sabores provienen de las pirazinas, unos compuestos aromáticos propios de esta variedad.

El siguiente perfil es el herbal. Este perfil es el más apreciado por los amantes del vino blanco, ya que las notas se complementan perfectamente las unas con las otras. En este sentido, son vinos de una gran complejidad y fuerza. Se trata de vinos con aromas y sabores de pasto recién cortado, junto a notas herbáceas y balsámicas, que recuerdan al perejil o al estragón.

El tercer perfil de la variedad, que se encuentra básicamente en los vinos cultivados y producidos en California, ofrece vinos más sencillos, dulces y de perfil más amable. En estos encontramos toques de vainilla y ligeras notas ahumadas, que provienen de las barricas de roble. Este perfil de cata es el más similar al de la uva Chardonnay.

 

La cata del vino Sauvignon Blanc

El Sauvignon Blanc produce vinos blancos secos, muy elegantes y equilibrados, con aromas varietales muy diferentes en función de la Denominación de Origen de la cepa. 

En general, en boca produce mostos ácidos con sabores a frutas verdes como el melón o las aceitunas. También es habitual encontrar vinos blancos con notas de sabor herbales y florales, que recuerdan a las grosellas, al saúco o a las flores blancas. Finalmente, los vinos elaborados en zonas cálidas suelen tener toques de fruta tropical como la piña y los cítricos.

Por otra parte, al tratarse de una variedad con maduración temprana, cuando se tarda en vendimiar suele producir vinos licorosos, más fuertes y dulces. Debido a estas características, es una variedad muy difícil de envejecer.

En cuanto a la cata de aromas, son vinos con mucho nervio. Tienen un abanico aromático muy amplio, con toques de alcohol medio y una gran acidez. En los vinos jóvenes, se puede notar una gran frescura, con aromas destacados de fruta madura y matices herbáceos.

Los Suavignon Blanc envejecidos en barrica de roble, suelen tener aromas más complejos, con toques terrosos, entre calizos y pedregosos, llegando a contener algunas notas ahumadas.

¿Con qué marida el Sauvignon Blanc?

Como ya hemos comentado, el Sauvignon Blanc es un vino con mucha fuerza y acidez, por lo que se trata de una pareja ideal para platos de pescado y marisco, ya sea cocinado al vapor, a la plancha o con salsas ligeras que no ataquen a la fuerza del vino.

También es un gran acompañamiento para aperitivos como aceitunas, salazones y quesos suaves o cremosos. Al mismo tiempo, marida muy bien con platos ligeros y entrantes como ensaladas de fruta, pasas, pimientos y tomate.

Al contrario que ciertos vinos blancos más “suaves”, el Sauvignon Blanc es un acompañamiento adecuado para platos de pasta y carnes ligeras, como el pollo o el cerdo, siempre que no sean preparaciones cargadas de salsas.

En general, el vino Sauvignon Blanc tiene mucha personalidad, por lo que no es un vino para todo el mundo; o lo amas o lo odias. Si eres de los que aman esta variedad de vino blanco, puedes disfrutarlo bien fresco en verano con tus amigos, mientras rasgas algunas notas con tu púa de guitarra y amenizas una buena velada.

 

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