Una receta centenaria: aprende a hacer vermut en casa

Última actualización: 25.04.24

 

El vermut es una bebida derivada del vino, aromatizada con especias, frutas silvestres y hierbas. Según su procedencia, el vermut puede variar mucho y, por ejemplo, en España esta bebida suele ser ligeramente amarga y dulce. El vermut es una bebida que se ha vuelto muy popular, ya que es perfecta para el aperitivo, pues no tiene gas como la cerveza y tiene menos alcohol que el gin tonic y otros combinados.

 

Aunque se consume en todo el mundo, la historia del vermut tiene sus orígenes en Italia, durante el siglo XVIII, cuando Antonio Benedetto Carpano, un maestro en la elaboración del vino de Turín, creó una nueva bebida en su destilería con una base de vino Moscatel y una combinación de especias y frutas. Como ingrediente principal, utilizó el ajenjo y la receta viajó con Benedetto desde un monasterio de Valsesia, en el Piamonte italiano. A la bebida le puso un nombre alemán: Wermut, que en español significa, el gran ausente.

Entre los ingredientes de aquella receta ancestral que los monjes dieron a Benedetto, se encontraban una serie de plantas, frutas y hierbas medicinales típicas de la zona como las flores de manzanilla, el azafrán, el clavo de olor, las cortezas de naranja, el cardamomo, la nuez moscada y la vainilla. El propio Benedetto agregó a la mezcla algunas plantas como la campanilla, la genciana, la raíz de angélica o el jengibre. 

De esta forma, nacía el vermut y con él, una de sus principales características: no existen dos recetas iguales. Y es que el vermut es muy agradecido en cuanto a ingredientes y se puede añadir un amplio abanico de especias, frutas o raíces. Incluso la base alcohólica puede variar, ya que se puede hacer con vino blanco, tinto y hasta rosado.

Por este motivo, el mejor vermut casero puede variar mucho de un lugar a otro. Su sabor no dependerá solo de la mezcla de especias y frutas, sino del vino utilizado para su elaboración, así pues un vermut blanco resultará más fino y dulce, mientras que el rojo será más amargo, con el sabor del ajenjo más vivo.

Los ingredientes para el vermut casero

Antes de pasar a los ingredientes y a la elaboración del vermut, conviene explicar algunas cosas básicas. En primer lugar, para hacer vermut es necesario contar con una buena mezcla de especias y, sobre todo, tienes que tener mucho cuidado con las proporciones, ya que algunas hierbas como el ajenjo o la genciana pueden dejar un gusto muy amargo. Los mejores vermuts (puedes encontrar aquí algunas opciones de compra) caseros siempre cuentan con una buena combinación botánica que les confiera un toque ligeramente amargo, pero que resulte fresco y aromático.

En cuanto al vino, tampoco será necesario que escojas el mejor vino de tu casa. Basta con que sea un buen vino, ya que el sabor final vendrá definido por la mezcla botánica. Eso sí, cuánto más seco el vino, más seco será también el vermut, por lo que conviene escoger un vino ligeramente dulce. Además, no te olvides de que el vino tinto hace vermuts más fuertes que el blanco, cuyo resultado es más dulce.

También necesitarás un mortero en el que machacar la mezcla o un recipiente en el que mezclar las hierbas si las has comprado machacadas, un filtro y una botella de vidrio, a poder ser que tenga la boca ancha. 

Ahora sí, veamos cuáles son los ingredientes para un vermut casero tradicional:

1 litro de vino blanco o tinto (dependerá de tus gustos).

Cucharada y media de ajenjo en polvo o molido.

2 clavos de olor.

3 palitos de canela.

2 hojas de salvia.

Cilantro.

Cáscara de naranja o de limón seca.

Media cucharada de genciana.

Una cucharada de hojas de manzanilla.

3 cucharadas de azúcar.

Recuerda que puedes variar un poco los ingredientes. Por ejemplo, puedes añadir hojas de poleo, de menta o de hierbabuena si lo que buscas es un sabor más fresco. También puedes agregar vainilla o un poco de manzana para un sabor más dulce. Al final depende de tu gusto, pero no te olvides de respetar siempre las proporciones.

Cómo hacer vermut casero

El primer paso, es verter en un recipiente grande el vino que hayas elegido (recuerda que puede ser blanco o tinto). Una vez dentro, añade la mitad de las especias y hierbas, junto con las cáscaras de naranja o de limón. Tapa bien el recipiente para que no entre aire y déjalo en un lugar seco y sin luz durante, al menos, tres días.

Una vez hayan pasado esos tres días, pasa todo el contenido del recipiente por un colador. Tiene que ser un colador muy fino, ya que hay que eliminar todos los restos de hierbas y especias, dejando el líquido limpio. Si es necesario, filtra y cuela el líquido tantas veces como sea necesario hasta que quede limpio.

Una vez limpio, añade el azúcar y el resto de las especias de la mezcla. Algunos expertos también aconsejan añadir un poco de aguardiente u orujo a la mezcla para que aporte un alcohol botánico que modifique ligeramente los sabores, aunque esto depende de ti. Mezcla y remueve bien para que el azúcar se diluya y deja que el líquido repose durante quince días. De nuevo, debes dejarlo en un lugar oscuro y seco, puede ser una despensa o un armario. 

Una vez hayan pasado los quince días, tienes que volver a colar o filtrar la mezcla para que quede completamente limpia. Recuerda que debes eliminar cualquier resto botánico o, de lo contrario, podría dañar el sabor del vermut. Para asegurarte de que queda totalmente limpio, lo mejor es utilizar filtros de tela o de café y dejar que se filtre lentamente para eliminar cualquier impureza restante.

Cuando esté limpio completamente, vierte el líquido en una botella de cristal y listo, ya tienes tu vermut casero listo para disfrutar.

 

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