Las estaciones del año suelen marcar los tiempos de trabajo a los agricultores. En este sentido, al llegar el otoño y el frío llega también el momento de empezar con la poda de las cepas. Es en este momento cuando surgen las dudas, ¿cuál es el mejor momento para comenzar a podar la vid?
En pocas palabras, la época de poda óptima se da cuando la planta inicia la llamada parada vegetativa. Es decir, que se debe esperar a que llegue el frío y que la vid entre en periodo de reposo, realizando las labores de corte antes de que la planta “despierte” en primavera y comiencen a brotar las yemas latentes.
Antes de empezar a podar las viñas, es importante esperar a que las hojas se sequen. Al secarse, las hojas envían todas sus reservas de energía y carbohidratos a las partes leñosas, comenzando la hibernación. Si las labores de corte empiezan antes, la planta se debilitará, retrasando el brote de primavera y reduciendo su vigor. Por otra parte, si se espera demasiado y se inicia la poda una vez ha comenzado el despunte de la vid, se corta el crecimiento, con lo que también se debilita la planta y se retrasa la aparición de brotes.
Este tipo de poda en verde, sin embargo, se realiza de forma controlada a lo largo de los años. Esto se debe a que, este tipo de corte ayuda a prevenir enfermedades de la planta, así como evitar posibles daños causados por heladas tardías en primavera. Este tipo de limpieza tardía se suele emplear sobre todo en plantas jóvenes y cepas de brote reciente.
Entonces, resumiendo, ¿cuándo podar la vid? Los profesionales del cuidado de las viñas, inician este proceso en noviembre, justo cuando las hojas y el sarmiento de la vid se han secado. Desde noviembre, esta tarea se puede alargar hasta el inicio de la primavera o la aparición de los primeros brotes. Sin embargo, si la poda comienza en noviembre, en diciembre se pueden comenzar a realizar los primeros tratamientos posteriores a la poda, que mejorará el crecimiento de la planta para el año siguiente.
Por otra parte, en climas muy cálidos o tropicales, donde no hace frío y la viña no entra en reposo, lo más indicado es podar entre noviembre y febrero. Además, cuanto más tarde se inicia la poda, más regular resultará la brotación.
Finalmente, para elaborar vino Pedro Ximénez y otros caldos dulces, en los que la uva se deja secar en la propia vid, el corte tendrá que retrasarse, pues la vendimia es tardía. En este caso, como las uvas Pedro Ximénez tienen un ciclo vegetativo mucho más largo, los brotes también tardarán más en llegar.
¿Cuándo se podan las parras?
Para saber cómo podar una parra, lo primero que se debe hacer es dejar que la viña crezca emparrada. Para ello, se debe guiar la el crecimiento de las ramas y los sarmientos mediante el uso de tutores, que harán que los zarcillos de la vid se encaramen hacia arriba y crezcan en forma de parra.
De nuevo, para iniciar la poda se debe esperar a que se termine por completo el ciclo vegetativo de la vid. En este sentido, la parra tiene una poda un poco más tardía que la de la vid normal, pues se deben iniciar las labores entre abril y mayo, una vez hayan finalizado las últimas heladas.
Por otra parte, uno de los aspectos más importantes que se deben aprender para saber cómo podar una viña emparrada es la posición de los brotes. En este tipo de vid, cada variedad tiene una disposición distinta de las yemas jóvenes dentro de las ramas viejas, por lo que no será lo mismo la poda de parras de uva Moscatel que la de Gamay o Chasselas. En este sentido, lo más adecuado es hacer podas cortas, dejando dos yemas libres.
Otro aspecto importante a la hora de podar la parra es la forma, pues del corte depende en gran medida cómo quieres que crezca la planta. Una vez claro este aspecto, podrás realizar una poda de formación.
La técnica más indicada para emparrar la vid es la de “Cordón Vertical”. Para dar esta forma es necesario dejar un eje vertical sobre el que se apoyarán las ramas. Estas deben tener un espacio de entre 15 y 20 cm. A medida que crezca, se debe podar cada año en brote sobre 3 o 4 yemas. Además, el despunte de la vid se realiza en tallos viejos a 60 cm. Nunca hay que dejar que el brote central supere los dos metros y medio.
¿Cuándo hay que sulfatar las parras?
El sulfato de cobre para viñas, así como cualquier tratamiento contra las plagas de la vid que sea necesario, se debe realizar a lo largo de la primavera. En este sentido, los meses de abril, mayo, junio y julio son los más adecuados. Junto a estos tratamientos se realizarán también las labores de desbroce y la eliminación de las malas hierbas.
¿Qué hacemos con los sobrantes de la poda?
Antiguamente, los desechos de la poda; ramas secas, hojas y sarmientos, se dejaban sobre el suelo para que se pudrieran y alimentaran las vides. Aunque no es una mala idea, se debe tener en consideración que si los sobrantes de la poda estuvieran afectados por alguna enfermedad de la vid, esta podría pasar a las raíces de la planta, provocando graves problemas. Por tal motivo, se debe tener cuidado al realizar este tipo de práctica.
Otra opción es la quema de restos controlada. Aunque, si prefieres no desechar nada, lo mejor es utilizar los restos vegetales para crear pellets u otro tipo de material vegetal sostenible.
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