Un menú diferente: preparamos recetas con vermut

Última actualización: 14.10.24

 

El vermut se ha convertido en sinónimo de sentarse al sol del mediodía en una terraza y disfrutar del aperitivo con los amigos. Se trata de una bebida muy especial, con un sabor muy particular y que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido también en un ingrediente muy apreciado en cocina. Al ser un derivado del vino, el vermut casa muy bien con todo tipo de ingredientes, desde el pescado a la carne roja y, además, aportará un aroma único que gustará a tus invitados.

 

En este artículo queremos compartir contigo algunas recetas en las que el vermut tiene un papel estelar, para que sorprendas a tus comensales y disfrutes de esta bebida tan nuestra.

 

Mejillones al vermut blanco

Los mejillones al vermut blanco son un entrante ideal para una buena comida de domingo. Están muy buenos y la salsa conseguirá que más de uno rebañe el plato y lo deje bien limpio.

Para hacer estos mejillones necesitarás:

1 kg de mejillones

125 ml de vermut blanco

Aceite de oliva

2 puerros

3 dientes de ajo

Laurel (1 hoja)

Pimienta negra en grano

Sal

El primer paso es limpiar los mejillones, con un cuchillo limpia las barbas y retira cualquier resto adherido a la concha. Luego, hay que enjuagarlos bien con agua y reservarlos.

A continuación, corta los dos extremos del puerro. Esta parte no se utiliza. Corta el resto del puerro en trocitos lo más pequeños posible. Sigue pelando y picando los ajos y fríe todo en una sartén con poco aceite a fuego suave. Cuando empiecen a estar transparentes añade los mejillones y sazona todo con sal, pimienta y laurel. Añade el vermut blanco y sigue cocinando a fuego lento hasta que los mejillones se abran. 

Para servirlos, quita la parte de arriba de la cáscara y sírvelos en una fuente. Deja la salsa en la sartén y, a fuego lento, deja que reduzca todo, ya que los mejillones habrán soltado agua. Cuando la salsa haya reducido, vierte la salsa por encima y ya estarán listos para servir.

Pollo al vermut rojo

La carne de pollo, gracias a su sabor neutro, es una de las carnes que mejor combina con cualquier salsa elaborada con licor. En este caso, el vermut rojo le dará a la carne un sabor intenso y ligeramente amargo, que seguro que te encantará.

Para elaborar esta carne necesitarás:

1,5 kg de pollo troceado

300 ml de vermut rojo

2 cebollas rojas

8 dientes de ajo

Sal

Pimienta negra

Aceite de oliva

El primer paso para elaborar esta sencilla y deliciosa receta será salpimentar el pollo. A continuación, en una sartén con poco fuego, ponemos los trozos de carne de pollo y los 8 dientes de ajo. Tienes que dejar que la carne se dore bien por fuera. Una vez esté lista, retira la carne y los ajos y déjalos en una fuente.

Corta las cebollas en juliana lo más finas posible y ponlas a rehogar en la misma sartén, usando el aceite del pollo y los ajos. Cuando estén bien tiernas y casi caramelizadas, añade el pollo y los ajos. 

A continuación, añade el vermut. No tiene por qué ser el mejor vermut de tu casa, pero sí que es recomendable utilizar vermuts buenos, ya que el pollo cogerá mucho sabor. Una vez añadido, deja que se cocine a fuego lento, hasta que el pollo quede tierno. Si, en algún momento, notas que el pollo se va quedando seco, añade un poco de agua o más vermut.

Una vez terminado, sirve el pollo en un plato junto a la salsa. La salsa se puede servir tal cual, con los trozos de cebolla y ajo, se puede colar o se puede pasar por el chino para espesarla.

 

Crema de almejas con vermut

El vermut blanco, igual que el vino blanco, es un ingrediente perfecto para elaborar platos marineros. En este caso, una crema de almejas clásica se transformará gracias al toque especiado del vermut.

Para esta crema necesitarás:

400 g de almejas

60 ml de vermut blanco seco

60 ml de nata líquida

50 g de mantequilla

Maizena o harina de arroz

1 L de caldo de pescado

5 g de pimentón dulce

Lo primero es limpiar bien las almejas y abrirlas. Para abrirlas hay que cocerlas dentro de una cazuela grande y tapada a fuego fuerte. Una vez abiertas, deberás retirarlas y colarlas. Guarda el caldo de las almejas y retira todas las cáscaras.

En otra cazuela a fuego lento, añade la mantequilla y cuatro cucharadas de maicena, una por comensal. Antes de que la harina coja color, añade el caldo de pescado y deja cocer durante 15 minutos, hasta que se ligue y forme una crema consistente. Añade el caldo de las almejas y, si quieres, una cucharadita de pimentón.

A la hora de servir, añade el vermut blanco, la nata y las almejas en un bol para cada uno de los comensales. 

Si no te gustan mucho las almejas, esta receta se puede hacer también con mejillones y ostras.

Magret de pato agridulce con frutos rojos

Otra receta clásica a la que el vermut le da un sabor totalmente nuevo. El magret de pato combina muy bien con los sabores dulces y en este caso, con el agridulce de los frutos rojos y el vermut.

Para esta receta necesitarás:

2 magrets de pato de 600 g cada uno

Una manzana Golden

10 g de canela en polvo

4 cucharadas de frambuesas

Harina

Sal de Maldon

Para la salsa

100 ml de vermut rojo

300 ml de vinagre

200 ml de Oporto

100 ml de puré de frambuesa

150 g de manteca

Empieza por quitar el corazón de la manzana y cortarla por la mitad, en láminas finas. Sobre las láminas de manzana espolvorea canela y harina. Fríe la manzana en una sartén con poco aceite.

En otra sartén, cuece el magret: 5 minutos por la parte de la grasa y 2 por la otra. Una vez listo, corta la carne en láminas muy finas. 

Para la salsa, mete todos los ingredientes, excepto la manteca en una cazuela y hierve todo a fuego medio hasta que los ingredientes reduzcan hasta una tercera parte de su volumen. A continuación, añade la manteca poco a poco y remueve constantemente hasta que quede una salsa espesa y brillante.

Para emplatar, coloca las tiras de magret alrededor del plato, distribuye la manzana en el centro formando una corona. En el centro, coloca una cucharadita de frambuesas. Vierte la salsa en un hilillo sobre la manzana y las frambuesas. Para terminar, pon un poco de sal de Maldon sobre la carne.

 

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