Gose, la cerveza salada

Última actualización: 27.04.24

 

Hay muchos tipos de cervezas en el mercado, desde las más frescas y ligeras, hasta las más fuertes y con sabores amargos que provienen del lúpulo. También hay cervezas con sabores frutales y la típica cerveza con limón, ideal para los días de verano. Sin embargo, ¿alguien se imagina una cerveza salada?

 

Seguro que cuando piensas en el sabor de la cerveza, se te ocurren varios adjetivos. En realidad, cada tipo de cerveza tiene su propio sabor, por ejemplo, las IPA son más amargas, mientras que las cervezas de trigo de abadía suelen ser más dulces y con más cuerpo. Puede que, si te gustan las cervezas más ligeras, se te venga a la cabeza la cerveza con limón o algunos tipos de cerveza con frutas. Sin embargo, lo que seguro que no se te ocurre es una cerveza salada.

Pues exactamente eso es la cerveza Gose. Se trata, ni más ni menos, que un estilo de cerveza tradicional, procedente de la ciudad minera alemana de Goslar, situada en la zona de Harz, por donde discurre el río Gose, del que la cerveza toma su nombre. De hecho, ese sabor salado tan particular proviene de las aguas salinas de los acuíferos de la zona. Además, a esta cerveza se le añaden otros ingredientes especiados como el cilantro, que aviva ese sabor único.

 

¿Cómo es la cerveza Gose?

Se trata de una cerveza típica alemana, de trigo, con fermentación espontánea, lo que genera una cerveza agria y salada, debido a las aguas salinas. Finalmente, se añade cilantro para aromatizar y equilibrar los sabores. 

Al contrario que las cervezas normales, la Gose no solía producirse en cervecerías, sino que era fermentada por las propias tabernas, utilizando botellas de cristal con la parte inferior en forma de bulbo y de cuello largo y estrecho. Al fermentar, la levadura se elevaba por el cuello y se solidificaba al contacto con el aire, lo que formaba un tapón natural que mantenía la cerveza protegida. 

En general, esta cerveza minera suele tener aromas herbales y florales, que se deben al añadido de cilantro durante la elaboración. Por otra parte, suelen ser cervezas con poco contenido alcohólico y con un amargor bajo, ya que los lúpulos no deben notarse. En cuanto al sabor, además de ser saladas, suelen tener un regusto ácido, que recuerda a cítricos como el limón o la naranja, así como los toques herbales procedentes del cilantro.

Aunque no te lo creas, este estilo de cerveza salada tiene más de 1000 años de tradición. El problema es que, en realidad, es bastante desconocida para el público en general; lo que no significa que no esté igual de buena que una Lager o una IPA.

La leyenda de la cerveza salada Gose

Según la leyenda, este estilo de cerveza fue nombrado por primera vez hace más de 1.000 años por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Otto III (983-1002), quién durante una visita a su hermana, la abadesa de Quedlinburg, tuvo el placer de probar esta cerveza tan peculiar. Al parecer, al emperador le gustó su sabor y lo alabó. 

Por otra parte, el documento más antiguo en el que se nombra a la cerveza está fechado en el 27 de marzo de 1332 y fue escrito por los monjes del monasterio de Ilsenburg.

En este sentido, hay que tener en cuenta que la zona de la Baja Sajonia, donde se encuentra la población de Goslar, cuenta con una larga tradición de minería de sal. Sin embargo, con el paso de los siglos las minas de sal fueron desapareciendo y, con ellas, el consumo de esta cerveza tan particular. 

Por suerte, la cerveza Gose se había vuelto muy popular en las ciudades cercanas, sobre todo en Leipzig, donde este tipo de cerveza fue muy apreciada a principios de 1800, gracias a las botellas que producía la fábrica de Johann Gottlieb Goedecke. En esta época, fue tan popular en las tabernas de la ciudad que había lista de espera para la entrega de botellas. De hecho, el propio Johann Wolfgang Goethe, poeta, novelista y dramaturgo, se declaró amante incondicional de la Gose.

Sin embargo, debido al descubrimiento de las cervezas de fermentación baja (Lager), la Gose fue perdiendo popularidad hasta caer en el olvido, aunque en 1900 aún quedaban 80 fábricas de Gose en Leipzig, que desaparecieron durante la II Guerra Mundial.

El final de la guerra tampoco fue bueno para esta cerveza (si pulsas aquí, encuentras varios productos para elegir), ya que las imposiciones del régimen comunista en Alemania del este, sobre todo las reformas agrarias, que destinaban la mayor parte del grano a la elaboración de pan, dejaron a las cervecerías sin su principal materia prima. 

Tras la caída del muro de Berlín, la tradición de la cerveza salada, que prácticamente estaba desaparecida, fue recuperada por varios grupos de artesanos, que retomaron su producción desde la ciudad de Leipzig.

 

Gose, la cerveza salada que no cumple con la Ley de Pureza Alemana

La Ley de Pureza Alemana fue decretada en 1516 por Guillermo IV de Baviera. En ella, se fijaban los únicos ingredientes que podía tener la cerveza y que eran: agua, malta de cebada, levadura y lúpulo. En este sentido, la Gose también contenía cilantro, por lo que no cumplía con la ley.

Por suerte, la Baja Sajonia se encuentra lejos de Baviera, la capital del reino, por lo que esta ley no se aplicaba con tanta dureza. Además, algunos tipos de cerveza podían saltarse la ley de pureza, ya que se consideraba que tenían una gran relevancia histórica y que, por tanto, debían protegerse.

 

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